
Luego de haberse sabido sobre el espía Ciro James que supuestamente respondía a Mauricio Macri, otro caso de espionaje salió a la luz pero en este caso se trata de la hermana de Fidel Castro.
Según trascendió, Juanita trabajó durante años y desde el living de la casa familiar como espía de los archienemigos de la CIA.
A comienzos de la década del 60, cuando el gobierno de John F. Kennedy intentó invadir la isla por miedo a un fortalecimiento del régimen comunista, la cuarta hermana de los Castro ayudaba a Washington como agente secreta. En esa condición, respondía al nombre clave de Donna y usó su lugar en el corazón del régimen para jugarse el pellejo pasando información camuflada en latas de conserva. Lo hacía, según contó, para "ayudar a evitar la captura, prisión y posible ejecución" de perseguidos por la policía secreta de su hermano Fidel Castro.
Hoy, todo eso se sabe porque esta cubana de 76 años, que desde hace décadas no se habla con Fidel "ni siquiera por recaditos", lo contó en un libro llamado Mis hermanos Fidel y Raúl: La historia secreta.
Con más de 400 páginas, el libro se convirtió en un best seller apenas salió a la calle, sobre todo en esa pequeña Cuba que es buena parte de Miami. Y, a medida que se pasan las páginas, lo que la historia trasunta es que, a los 31 años que tenía por entonces y en plena Guerra Fría, esta mujer de hablar suave y cantarín actuaba como una corajuda agente de primera línea.
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