Los ruralistas vuelven a cortar las rutas y sus dirigentes no logran un acuerdo con el gobierno. Por su parte, la autoridad mayor intentó modificar el decreto de la discordia de una manera favorable para todos, pero los sectores del campo no quedaron conformes.
La soga está bien tirante, los dos grandes poderes no aflojan para nada. Parece ser la ley del más fuerte. Lo cierto es que las consecuencias las sufre toda la Argentina:
- Si bien es el campo el que está llevando a cabo las medidas de fuerza, decir “el campo” es generalizar, cosa que no está muy bien. Es decir, hay algunos productores agrarios que no se suman a los cortes de rutas, sino que han decidido seguir con la producción. ¿De quién son esos camiones que detienen en las rutas sino?
- Los camioneros por su lado sólo cumplen su trabajo y muchos de ellos dependen de eso para llevar la comida a su hogar, lo cual les resulta imposible si los detienen por tiempo indeterminado a un costado de la ruta “secuestrándole” la carga.
- Los cortes de rutas que llevan a cabo en Entre Ríos los ruralistas, también afecta al turismo. Éstos provocaron una merma del 35 por ciento en las reservas de hoteles, en comparación con igual período del año anterior.
- Los alimentos no llegan a las ciudades, por lo que éstas pasan a quedar desabastecidas. Cada vez es más difícil conseguir los mismos productos que antes. Las góndolas de los supermercados vuelven a estar vacías. En algunos comercios sólo venden una botella de aceite por persona.
- Esto último produce un factor muy importante y desalentador, la suba de los precios. ¿Algo más para agregarle a este punto?
- De más está decir que el hambre crece con el pasar del tiempo.
He aquí un fuerte panorama de la situación actual de nuestro país. ¿Vos que opinas?
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